Mike Mignola tiene la oportunidad de trabajar una historia en tres partes junto a la leyenda del cómic Richard Corben, esta se convirtió en la ganadora del premio Eisner Hellboy: El Hombre Torcido, que ahora el mismo Mignola adapta a guión cinematográfico con control creativo en una película de presupuesto moderado distribuida por Millennium Films, sin Guillermo del Toro como compañero de producción. El resultado es una adaptación de su personaje más fiel a su visión personal, ¿pero valdrá eso para retomar el interés de los fans de la versión cinematográfica del personaje?
Probablemente no. Y es que la adaptación de El Hombre Torcido nos trae a un Hellboy que copia casi al carbón la trama del cómic homónimo, en una pieza de época (situada en 1959), con un Hellboy más joven (bien interpretado por Jack Kesy) que es muy diferente a sus dos primeras adaptaciones cinematográficas, con uno de los dos directores de Crank y Ghost Rider: Espíritu de la Venganza (no el mejor record para muchos) y que en los círculos del mundillo del cine se venía diciendo que simplemente fue hecha por el estudio para mantener los derechos del personaje (como Sony con Madame Web, Venom, Morbius, etc.), en realidad tiene todo para ser vista como un fracaso anunciado, y puede serlo, al mismo tiempo que no.
Esta es la primera vez en que el autor del cómic tiene control total de la obra y con un presupuesto ahora considerado pequeño, logra presentar a su personaje, como él lo concibió, con un estilo cinematográfico que emula directamente paneles y estructura narrativa del cómic, aprovechando los recursos limitados en una película que entrando con expectativas bajas cuenta una historia íntima de un joven regresando a su pueblo y reconciliándose con sus pecados pasados.
Porque aunque Hellboy es el personaje titular, y cuenta con una trama añadida en la cual tiene que lidiar con sus origenes, expuestos ante él como vergüenza por el antagonista, esta es una historia de Tom (interpretado por Jefferson White) , el joven que regresa a su tierra después de dos décadas y tiene que ajustar cuentas con el Hombre Torcido, y pelear por su alma y la de una amiga de su infancia.
Este antagonista, enviado por el infierno para recolectar almas, es utilizado para pactar con quien desee hacerlo, para en su momento tomar como pago del pactante su alma por la eternidad. A cambio, el Hombre Torcido tiene la esperanza de acumular nuevamente la riqueza que tuvo en vida, ya que por cada alma que entrega recibe el pago de un centavo.
Es esa efímera cantidad y lo que está dispuesto a hacer para atomentar a quienes se arrepienten, es lo que pone la base para el conflicto de la película.
Esta se desarrolla como una película de serie B, ya no como los dos blockbusters dirigidos por Del Toro y más algo mezclado como un capítulo de X-Files o las películas La Bruja de R. Eggers e Evil Dead de Sam Raimi. Con unas fuerzas sobrenaturales que compiten con nuestros "héroes" no por un impulso megalomaníaco de dominio mundial, sino por hacer daño profundo y personal.
Y no lo tomen a mal, a mi me encanta la puesta en escena de las dos primeras películas de Hellboy, una adapta de manera Hollywoodense su primer arco y la otra es su historia es co-trabajado por Mignola, mas el final de su segunda entrega lo estaba llevando a una dirección muy diferente a lo que sus mejores historias normalmente se enfocarían, ya que Hellboy como personaje, es más un homenaje a las historias de misterio pulp de autores como Manly Wade Wellman (Tom es inspirado por uno de sus personajes) que un súper héroe que a cada momento batalla con amenazas que acaban con el mundo.
Y El Hombre Torcido trata, con sus fallas de llevar a Hellboy a sus raíces, y a los ojos de su autor, no falla en esto, esto no significa que por eso debe gustarte, pero el que no lo haga no significa que sea la peor película del año ni tampoco una mala (ni tampoco la mejor, obviamente). ¿Con más presupuesto hubiera quedado mejor? Tal vez. ¿Si del Toro la hubiera dirigido tal cual el guión, la recepción sería menos dura? Lo más probable.
Al final a mi criterio, Hellboy: El Hombre Torcido es una buena película de suspenso, que evoca sin pretención el cine de serie B de casas embrujadas en el bosque y de demonios que sólo buscan hacerte daño para quedarse con tu alma, de una manera más personal, con un personaje hecho para las narrativas de Serie B, y que puede encontrar un nicho, si cada entrega mejora, dentro de historias de suspenso autoconclusivas.
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